No hay mayor dominación que la
sumisión absoluta, no hay mayor sumisión que la dominación
absoluta. Sumisos del poder, dominantes de la entrega. Espejos en los
que buscamos certezas a través del dolor y los cuidados, mezclados o
extirpados, lamidos o pellizcados. Rituales de entrega y devoción
ceñidos en cuero y látex.
Fue un placer y un privilegio
participar en esta ceremonia guiada por Domina Libertad y Mistress
Johana capturando la esencia de este arte.
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