Me gusta imaginarte mientras te
masturbas. Observar tu expresión sumida en el placer sin los
condicionantes externos que fuerzan la pose. Me excita enormemente
ver la pureza de tus gestos, la sinceridad de tu rostro, mientras
miras o te imaginas algo que nubla tu juicio para libertar tu pasión.
Cuantas veces habré
experimentado ya el indescriptible placer de observar a alguien
masturbándose, otorgándome el protagonismo de su deseo, exhibiendo
ante mi sin pudor su excitación.
Cuesta comprender que haya
gente que ve la masturbación como algo sucio o malo, gente que no
entiende que masturbarse es tan natural y necesario como comer, hacer
pis, o dormir, pues son cosas que alivian una necesidad física y
energética que necesita realizar todo ser vivo.
Mucha gente piensa que los
animales no se masturban, confundidos por una percepción errónea y
limitada de la sexualidad y sus formas de canalización. La
masturbación es algo que va mucho más allá de frotar una parte de
nuestro cuerpo velozmente en busca de una respuesta meramente física,
la masturbación es nuestra capacidad de percibir una sensación y
recrearnos en ella, pudiendo actuar cualquiera de nuestros sentidos
como canalizador.
Tocarnos es una forma de conectar nuestra parte física con la energética, pero solemos limitarnos al tacto de nuestros genitales, dejando de lado sensaciones sutiles que podemos percibir utilizando el resto de nuestros sentidos. Podemos alcanzar increíbles orgasmos a través de la vista, del oído, del gusto, del olfato, del tacto, de forma independiente o recreándonos con todos a la vez.
Tocarnos es una forma de conectar nuestra parte física con la energética, pero solemos limitarnos al tacto de nuestros genitales, dejando de lado sensaciones sutiles que podemos percibir utilizando el resto de nuestros sentidos. Podemos alcanzar increíbles orgasmos a través de la vista, del oído, del gusto, del olfato, del tacto, de forma independiente o recreándonos con todos a la vez.
¿Qué es un orgasmo? Podríamos
definirlo como el punto máximo de placer obtenido a través de la
recreación de nuestros sentidos, causando una aceleración del
bombeo del torrente de sangre que circula por nuestro cuerpo. ¿Que
sentiste cuando escuchaste aquella canción que erizó tu piel,
cuando el aroma de la mañana te inundó en aquel campo bañado por
el rocío, cuando probaste por primera vez el chocolate o los higos
recién caídos del árbol, cuando tus corazón reconoció el arte en
cualquiera de sus formas... probablemente cerraste los ojos para
recrearte en las sensaciones, tu corriente sanguínea se aceleró, y
alcanzaste un orgasmo sin saberlo, oculto tras tu condicionamiento
inconsciente, te masturbaste de forma natural, limpia y honesta, sin
juicios que reprimieran tu placer, sin etiquetas que generaran
expectativas.
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